24.2.10

No soporto que las cosas no salgan como yo quiero.
Me había hecho una idea con nuestra vida desde que echaron a Javi del trabajo, y nada se está cumpliendo.
Se que no me puedo enfadar cuando las cosas no van como a mi me gustaría pero no lo puedo remediar. Me queda tanto que aprender...
Si supiera mantener la boca cerradita y el semblante sereno aunque me envene por dentro; me ahorraría algunas discusiones, pero... es imposible.
Casi siempre hablo antes de pensar y muchas veces la cago.
El caso es que luego tengo buena capacidad para adaptarme a lo que va surgiendo; pero mi primera reacción siempre es complicada. Complicada para mí que luego me arrepiento, complicada para los que me rodean porque les hago sufrir... Uf!
A veces me gustaría ser mucho más simple, saber dejarme llevar más a menudo sin tener que llevar la voz cantante, no enfadarme por lo que ya sabía que iba a pasar... y sobre todo que no se cumpliesen mis malos presagios cuando algo veo que no es lo que parece...
¡Qué rara soy!

2 comentarios:

  1. Pues debemos de ser dos las raras, porque me identifico perfectamente con lo que dices. Me sienta como un cuerno que las cosas no salgan y no sean como yo las he previsto o las he imaginado. Me saca de quicio perder el control.... cosas de una... ¿no?

    ResponderEliminar
  2. no creo que seas rara, o si lo eres, ya somos dos, jeje. Las cosas no salen siempre como uno las imagina (a veces para mejor) pero, aunque nos cueste controlar los impulsos, puede que al final las cosas sean mejor así que como habíamos planeado. Bueno, como no sé muy bien a qué te refieres, hablo así en genérico. Espero que al final todo se arregle y lo veas más claro. ¿Qué tal en París, por cierto?

    ResponderEliminar