GIMNASIO

Esta semana se ha pasado volando, pero estoy contenta conmigo misma.
He conseguido ir dos días al gimansio (llevo apuntada desde septiembre y no habré ido más de 10 veces), y la verdad es que lo agradezco.
Es curioso, una vez que estoy allí estoy a gusto y cuando salgo me siento bien, pero... ¡me da una pereza ir!.
Siempre me ha pasado lo mismo, incluso antes de tener a la niña, lo mío no son los deportes; pero es que ahora tengo que hacer malabarismos con el tiempo para poder ir.
O bien, ir nada más salir del cole y para ello tengo que contar con mi madre; y la mujer está dispuesta pero claro a las 16.30 de la tarde ya tengo ganitas de ver a mi chica; o por la noche cuando ya he llegado a casa, he recogido, he puesto lavadoras, he preparado la cena, la comida del día siguiente... Vamos que a esas horas lo que más me apetece es sentarme en el sofá.
Pero bueno, si esta semana lo he conseguido, ¿por qué no lo voy a conseguir de ahora en adelante?.
Ya os iré contando.