23.1.12

No es que yo sea la honestidad ni la perfección en persona, ¡ni mucho menos!; es más, tampoco quiero serlo.
Pero lo que no puedo soportar es que den por hecho cosas que no son; y más aún si esas cosas dan por echo que yo he hecho algo, un poco "deshonesto"; ¡no lo soporto!.
Y sumamos; si la persona que hace el comentario es muy cercana a tí, y te conoce; y una vez que ha hecho el comentario, y yo le rectifico, sigue poniendo en duda mi palabra...
¡UF!, a veces, como en este caso; encima te toca no decir la última palabra, para no romper la armonía.
En fin, la vida es un continuo callar, aprender y pasar...

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